Vertedero Duquesa: Irresponsabilidad Antisocial y otros males

“Todos contra uno y uno contra todos”, así de apremiante fue la situación para Lajun Corporation, la empresa encargada de administrar el principal vertedero del Gran Santo Domingo en el sector Duquesa. Teniendo como opositores a todas las instituciones municipalistas; los Ministerios de Medio Ambiente y Salud Pública; el Consejo Estatal de la Azúcar, la comunidad donde funciona...

El vertedero Duquesa, nominado entre los 50 basureros más grandes mundo por la firma D-Waste, con un tamaño correspondiente a  unos 1,164 estadios de baseball*; ha sido manejado sin una visión socialmente responsable, agudizando su crisis medio ambiental y con sus grupos de interés.

Cuando el basurero cayó en manos de Lajun en el 2007, era harta conocida la negativa de los entonces llamados síndicos en dar un chele más por el vertido de desechos sólidos, así como la miseria en la comunidad en Los Casabes y las malas condiciones de las vías.

Las anteriores, son razones suficientes para que los ahora ex-administradores de Duquesa adaptaran a su estrategia prácticas que respondan a los impactos que su actividad ocasiona en la sociedad y el medio ambiente, tal como lo establece la norma ISO 26000 de Responsabilidad Social Empresarial. Pero no fue así, confiados en su capacidad de inversión hicieron toda una serie de promesas mesiánicas, resultando ser falsos profetas.

Aunque la crisis jurídico-ambiental de Lajun se complicó por presunta falsificación de títulos y otras acusaciones, esta no sería la primera vez que el Tribunal Superior Administrativo despoja la empresa de su actividad. A mediados del 2013 el Ayuntamiento Santo Domingo Norte expropió los terrenos, y mientras los retornaba un semestre después, el entonces Alcalde Francisco Fernández, declaró: “Duquesa no es un relleno sanitario (como se pensaba), sino un botadero.”

Además del lento procesamiento de la basura y la dilación para pagar multas; las debilidades del portal web de Lajun Corporation son serias: no ofrece datos para fines de contacto, las informaciones presentadas son inocuas, las imágenes no corresponden con la realidad, no tiene un espacio para comunicados de prensa, ni memorias de sostenibilidad.

Entendiendo la importancia del vertedero para la municipalidad, el gobierno, empresariado y el interés de organizaciones internacionales, gestionar alianzas público-privadas para cubrir la astronómica inversión de US$ 400 millones, necesaria para hacer de Duquesa toda una industria de desechos, hubiese sido un excelente objetivo.

Por otro lado, la falta de filantropía dio la espalda al desarrollo comunitario, que cansado de la devaluación de sus bienes y la estigmatización social, provocaron que la vecindad de Los Casabes también rechace a Lajun.

Todo este recuento, respaldado por varios reportajes noticiosos, revela una violación a todos los principios de Responsabilidad Social Empresarial, es decir: rendición de cuentas, transparencia, ética, respeto por los públicos, legalidad, normativa internacional y derechos humanos.

Además de los controles sanitarios que el Ministerio de Medio Ambiente debe imponer a todos los vertederos y los mismos acuerdos que estos establezcan, la Responsabilidad Social Empresarial supone un esfuerzo extra por parte de las instituciones. La entidad que sustituya a Lajun, debe incorporar en su estrategia comités de Responsabilidad Social que establezca objetivos, indicadores y ejecute actividades como:
  • Campañas de sensibilización ambiental.
  • Programas de educación para el buen manejo y aprovechamiento de los residuos.
  • Programas de Desarrollo comunitario.
  • Tecnologías para reducción de desechos.
  • Acuerdos con el sector público y privado.
  • Proporcionar educación y herramientas de trabajo a los buhoneros.
  • Suministro de medicamento a clínicas locales.
  • Facilitar vertido de basura a comunidades cercanas.


Para finalizar, cabe preguntar ¿Vale la pena invertir en un vertedero vaticinado para durar menos de un lustro de vida útil? Solo estudios fiables y voluntad política podrán hacer frente a esta cuestión que afecta más de 3 millones de habitantes, siendo el escenario perfecto para el Estado Dominicano mostrarse amigo del Medio Ambiente, considerando también que su manejo poco sostenible puede salir ambiental, económica y reputablemente muy caro.


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*Esto es considerando los 752 metros cuadrados del estadio de los Diamond de Arizona y documentos mostrados por el Alcalde René Polanco que le atribuyen al vertedero de Duquesa una extensión de 875,773 m2. [Radar: Periódico El Nacional (24 de noviembre de 2016). Disponible en: http://elnacional.com.do/radar-2592/].


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Francisco Javier Ramos Núñez es licenciado en Ciencias de la Comunicación Social Mención Relaciones Públicas. Fundador y escritor de Ramos Entendidos. 
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Comentarios

  1. Se puede creer que un peje gordo estaba detrás de todo esto, porque Lajun tenía a su merced a la justicia y al congreso. Gracias a Dios esta situación dio un giro de casi 360 grados.

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