Pastor Lizardo, el comunicador
En la comunicación, como en otras disciplinas, es criticable que personas sin capacitación ni técnica hagan de intrusos en cualquiera de sus disciplinas. Pero sin proponérselo, el pastor Héctor Lizardo me enseñó a poner liderazgo, escucha y fe en la gestión. La dirección de comunicación que Lizardo recibió en el 2015 apenas tenía medio escritorio. Nada de presupuesto ni personal. Bueno le fue tener una idea, y mejor aún, que le resultara; aunque descabellada para la costumbre en el oficio, marcó el inicio de su éxito como comunicador: cual rey Salomón, el pastor oró pidiendo sabiduría. El consejo divino llegó de inmediato, y creer que lo malinterpretó no estaría mal, pues el ministro adventista reclutó como voluntarios una pléyade de profesionales muy buenos, pero en sus áreas: medicina, administración, informática y teología. Aunque Héctor también fue bendito con la visión de Misael Catedral, cualquier experto hubiese dicho que la suerte estaba echada, previendo un fracaso co